Cosecha de pápalo: ardua y demandante para el campesino

contiene antioxidantes que permiten retrasar el envejecimiento

Cosecha de pápalo: ardua y demandante para el campesino

fotos/ Jaime Arriaga Guzmán

La vida del campo es ardua y el trabajo no se diga, muchos campesinos prefieren vender sus tierra y migrar por otros sueños fuera de la tierra que los vio nacer, hoy hablaremos de la producción del pápalo, una parte importante e inseparable, si hablamos del “taco placero y la gastronomía mexicana”, platillo que no tiene fecha de origen y registro de donde surge, aunque el municipio de Metepec lo ha cobijado como propio.

El pápalo es una especie de planta perteneciente a la familia de las asteráceas endémica de México y el nombre que recibe es pápaloquelite, que proviene del náhuatl “papaloquilitl”,  de “papalotl“: mariposa y “quilitl”: hierba comestible.

Información generada por la Universidad Autónoma de Chapingo, indica que esta hierba tiene muchas propiedades, entre las que destacan el calcio, riboflavina, retinol, ácido ascórbico, fósforo, hierro, vitaminas como niacina y tiamina.

Entre sus usos medicinales más comunes se encuentra:

  • Para aliviar dolores de muela
  • Mejorar la vista
  • Regulación de la presión arterial
  • Controlar los niveles de colesterol
  • Promover la digestión
  • En tratamientos para beneficiar el hígado
  • Combatir la anemia

Otros de sus atributos son los antioxidantes que permiten retrasar el envejecimiento y neutralizar los daños por los radicales libres, que son estos átomos que pueden afectar a nuestro organismo, ocasionándonos enfermedades.

Genaro Olvera es un hombre de mediana edad que vive de lo que produce el campo, desde sus 7 años de edad comenzó a la cosecha de pápalo, al lado de sus padres y abuelos en la comunidad de Santa Cruz Atempa, en el municipio de Zumpahuacán, al sur del Estado de México.

Con su esposa e hijos, Gerardo cuida, deshierba, abona y selecciona el mejor pápalo para acudir los días de tianguis a ofrecerlo y de esa manera los turistas y visitantes que acuden a Tenancingo de Degollado, Tenango del Valle o hasta a Toluca, que son los municipios a los que llega el pápalo que arduamente trabaja, puedan tener en su mesa y arrancar las hojas anchas de esa pequeña planta verde, de sabor semiamargo que le da un toque extra al ya famoso y tradicional taco placero.

El cultivo del pápalo es de dos maneras, de tiempo o de riego, ambos tiene su trabajo que hacer para tener una buena planta, se tienen que abonar y por lo general se siembra en compañía de maíz o en el caso de Gerardo lo acompaña también con plantas de agave, planta que se vende a productores de mezcal e incluso platas que llegan hasta la zona tequilera de Guadalajara.

Al ser una siembra de temporada, se debe aprovechar al máximo para tener una ganancia considerable, eso si hablamos que el manojo lo vende de tres a cinco pesos y en el mercado se cotiza entre los 10 pesos o más, según su escases, entonces si se debe aprovechar el tiempo.

Mientras sus tres pequeños de entre uno y siete años juegan en las inmediaciones del terreno rocoso rodeado de árboles, su esposa con los pies descalzos se mueve lentamente entre la siembra del pápalo para no dañar al que está aún en crecimiento, obteniendo de por medio unos piquetes en pies, piernas o brazos, originados por las pencas del maguey, además de soportar el arduo sol y calor de la región y unos piquetes de mosquitos a los que a pesar del tiempo no se terminan por acostumbrar.

Así que ya tienes una idea del trabajo que se realiza para que esa plantita que a muchos les parece amarga, esté en el taco y se comercialice en todas las ciudades de México, pues un taco placero sin pápalo es como le hiciera falta el aguacate o la misma tortilla.

Y bueno… ya para cerrar la nota, nos dio hambre y habríamos que cubrir el antojo con un buen taco en mención, con su pápalo, por supuesto. 

¡¡Buen provecho!!

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